Dícese de un tátara-abuelo que un buen día arribó a estos pagos, como tantos otros inmigrantes provenientes de Italia, con las ansias de encontrar un futuro mejor. Años en los que Tolosa ya era un nombre conocido y la ciudad de La Plata era sólo un sueño de un tal “Dardo”. En aquellos tiempos donde la hoy Av. 44 era todavía de tierra y donde el “hiper-mercado” de la época era un almacén de ramos generales perdido por alguna esquina. Cuando sólo existían los carros y las bicis. Cuando los trenes empezaban a arribar a la Argentina, y sus creadores comenzaban a instalar las vías, senderos unidireccionales de estos monstruos de metal. Fue en aquellos tiempos, en los que un inglés construyo la casa que luego sería propiedad de los “Canale”.
El viejo Canale comenzó sus días en Argentina, sembrando y cosechando vid en las tierras comprendidas en el predio en el que hoy, en honor a su ciudad natal, se conoce como “Villa Toneza”.No han pasado muchos años desde que fuera reconocido como patrimonio histórico de la Ciudad de La Plata y desde aquel entonces la calle 179 también pasó a llamarse “Villa Toneza”.
La casa, en la que tuvimos la suerte de festejar nuestros 5 años de vida como comparsa, es nada más ni nada menos que el casco de la vieja chacra en la que el viejo Canale trabajó durante años para poder obtener, lo que por aquellos años, era el objetivo más preciado para un inmigrante, “el pedazo de tierra”. Hoy, con realidades y objetivos muy distintos, nos encontramos buscando a través del Candombe una idea que parece mucho más cercana, pero que presenta tantas dificultades como aquel sueño inicial, la unión, como unión misma, sin distinciones y bajo un mismo ritmo…
Nuestro Candombe.
Fela.








1 comentario:
traigan vino que asadores y tocadores sobran!!!
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